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Entrevista Dr. Cristian Herrera-Política informada en Evidencia:“Un desafío en el que Chile debe avanzar”

La búsqueda de conocimiento, la investigación como parte de su día a día y el trabajo por mejorar las políticas públicas sanitarias del país, son una constante en la vida del Dr. cristian-herrera-1Cristian Herrera, Jefe de la División de Planificación Sanitaria del Ministerio de Salud. Médico Cirujano de la Pontificia Universidad Católica e investigador adjunto en el Departamento de Salud Pública de la misma, cuenta con un MBA de la Universidad de Chile, un master en políticas públicas de la London School of Economics y, además, posee una amplia experiencia en gestión de Salud.

Su pasión por la ciencia, por la construcción de un Chile justo y fortalecido en materias de Salud, lo ha llevado a trabajar arduamente en la gestión del conocimiento para que el uso de la evidencia técnica-científica sea el eje central para avanzar en la implementación de políticas públicas informadas en la evidencia.

Fundación Politopedia conversó con el Dr. Herrera sobre la importancia de la evidencia para la política sanitaria del país, así como también la relevancia que tiene para Chile democratizar el concepto de política pública informada en Evidencia.

Como Jefe de División de Planificación Sanitaria, ¿cómo ve el uso de la evidencia para la política pública y sanitaria del país?

En relación a esto evidentemente hay un importante desafío. La evidencia nacional generada en Chile podría mejorar mucho más. Nosotros usamos  numerosa evidencia internacional, debemos traducirla a nuestra realidad y ver sí es aplicable.  Sin embargo, cada vez hay más esfuerzos para tener mayor evidencia nacional, lo que en el fondo ayudaría a que los tomadores de decisiones la encontraran más familiar.

Existe por ejemplo el Fondo Nacional de Investigación en Salud, que tiene más de 10 años, además esta todo lo que hace Conicyt a través de los Fondef, Fondecyt y otros fondos, los que nos han entregado variados estudios. A su vez, nos conectamos con la academia para solicitarle o hacer estudios en conjunto. Pese a todo esto, aún tenemos debilidades, hay que avanzar en esto porque es parte de ser desarrollados, si es lo que queremos. Hay que aumentar los recursos y generar nuestro propio conocimiento en base a nuestra realidad.

A nivel político, ¿La información y gestión del conocimiento es usado en los procesos legislativos?

Sí. Antes muchas veces los investigadores se conformaban con hacer su estudio y publicarlo en una revista, pero no todos tenían impacto en la política pública posteriormente, por lo que ahora existe mucho más esto de empujar.

Por otro lado, están los tomadores de decisiones que pueden solicitar y demandar cada vez más conocimiento para poder tomar decisiones informadas por evidencia.

Esto ha ido en aumento, ha sido un proceso gradual que ha crecido por ambas partes.

¿Cómo entregan la información y hacen la bajada de la evidencia?

Esto es variable. En ocasiones va un documento resumen que se respalda por otro más extenso atrás. Hay iniciativas más elaboradas en términos de la metodología, donde tomamos la experiencia internacional, sobre todo en el ámbito de evaluación de tecnología sanitaria. Hay metodologías para dar respuestas que son mucho más amigables para el tomador de decisiones.

Trabajamos por ejemplo con un proyecto de la OMS que se llama EVIPNET, Red de políticas de salud informadas por Evidencia, donde existe un trabajo para generar documentos que tienen mensajes claves y resumen la evidencia de una manera que incluso traduce la calidad de la misma, para luego ver de dónde proviene y cuál es su magnitud.

Este tipo de metodología la hemos integrado, incluso tenemos un servicio de respuesta rápida en el cual en un plazo de cinco a veinte días hábiles los tomadores de decisiones de distintos departamentos del ministerio pueden solicitar cuál es el impacto de políticas de salud (como por ejemplo, instalar un banco de leche en un hospital) y, entonces, procedemos en los plazos acordados con el solicitante a entregar en un formato estructurado y sistemático una respuesta informada por evidencia con la que el tomador de decisión se puede orientar mejor.

Además, suman otros factores y elementos, pero al menos la evidencia científica llega de manera amigable, estructurada y confiable.

En base a su experiencia en gestión e investigación ¿Qué países son interesantes mirar para avanzar en un camino de políticas públicas informadas en evidencia?

Hay países que apoyan mucho desde al aparato público en la generación de evidencia e innovación. Canadá, Noruega, Reino Unido, Estados Unidos; gran parte del I+D proviene de inversión pública, Japón también posee una fuerte inversión desde el I+D y, por lo tanto, se direcciona a las necesidades públicas más que privadas. Esto es un balance que se tiene que alcanzar.

Las entidades privadas generan investigaciones y desarrollo para el bien de la empresa y el ámbito que les interesa, lo que está bien, pero por otro lado necesitamos inversión e innovación en investigaciones en áreas que no son propiamente de interés privado, sino más bien público.

Estos países han avanzado en esta línea, así como también en estrategias para utilizar la información. En este punto Noruega, Reino Unido, Canadá son países que trabajan fuertemente en la traducción del conocimiento para pasarlo a la toma de decisiones.

¿Cuáles son los lineamientos a seguir para Democratizar el concepto y llegar con la evidencia a todas personas?

Esto es lo que más cuesta. El esfuerzo ha estado puesto para que llegue a los tomadores de decisiones, al gestor o político como tal, pero menos a la ciudadanía en general, esto debido a que los documentos en su mayoría son muy técnicos y difíciles de entender para el ciudadano común, por lo que nos quedamos quizás más en el lado técnico. Además, no hacemos tantos esfuerzos por disponibilizarlos.

Por otra parte, diría que la ley de transparencia a ayudado con en este punto, nos pueden solicitar la información y nosotros estamos en la obligación de entregarla, lo que es muy sano para la Democracia en general y a la vez es sano para que la ciudadanía se informe mejor y, puedan tener diálogos con mayor base y así aportar de mejor forma.

¿Cuáles son los desafíos que Chile tiene por delante en términos de evidencia?

El desafío primordial y con el que estamos con menos avance es la evaluación de nuestras políticas públicas. En el fondo hemos hecho muchas políticas y algunos datos dan luces de que vamos bien, pero en general nos ha faltado esfuerzo para evaluar y tener mayor seguridad con evaluaciones rigurosas e independientes, que nos digan cuáles son los resultados y el impacto en la salud de la gente en políticas que hemos llevado adelante, por ejemplo, el auge, políticas de tabaco, de alcohol y así mucha otras.

Otro gran desafío tiene que ver con aumentar la capacidad para transferir, para que los tomadores de decisiones manejen de mejor manera el mar de información que existe en los temas que se tratan. En esto se puede avanzar y sobre todo ahora que son tiempos de mayor transparencia y participación.

Por otra parte, agregaría a los medios de comunicación dada la relevancia que tienen de generar opinión e informar a la gente. Son un factor relevante.

¿Cuál es su mayor motivación al trabajar como jefe de planificación sanitaria?

Como objetivo general fortalecer la gestión del conocimiento en el sector salud y en el gobierno en general para mejorar las decisiones en salud y, por ende, mejorar la salud de la población. Creo que ese es el gran objetivo que tenemos y que hemos generado en conjunto dentro del equipo de la división y, finalmente, esa es la manera de aportar desde la DIPLAS en la salud y bienestar de las personas.

Además, creemos que es crucial, por un lado, para las personas y, por otro, para darle un mejor uso a los recursos que tenemos, no solo financieros, sino a las personas que trabajan en el sector, y eso se puede lograr con mejor conocimiento, lo que hará que nuestro sistema sea más sustentable y tenga impacto positivo en otros sectores y en la vida de las personas. Ese continúo es lo que a uno lo motiva. Además, se tiene el gusto por la ciencia, por estar metido en el análisis, el estar generando nuevas ideas, y eso esta división lo tiene fuertemente. Los que estamos aquí esto nos gusta, nos motiva.

 

 

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